Disciplina Sin Lágrimas Resumen
A través de conceptos claros y sencillos, Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson abordan un enfoque moderno sobre la disciplina en Disciplina Sin Lágrimas. Reformulan el concepto, lo relacionan con la enseñanza y nos dan tips para aplicarlo con nuestros hijos. Si los pones en práctica podrás orientar y alimentar el desarrollo mental de los niños. ¿Estás preparado para este cambio en la vida de tu familia?
Repensar la disciplina
A la disciplina parental comúnmente se la asocia a un castigo duro, que limite a futuro los errores o las “faltas” de los niños. Castigarlos, encerrarlos en sus habitaciones o algún otro correctivo similar.
Sin embargo Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson traen otra idea. Invitan a cómo actuar para que por tu parte la disciplina sea menos una reacción que genere miedo y más una respuesta que crea destrezas. Esto puede producirse mientras reduces el enfrentamiento y refuerzas la conexión con el infante.
Para lograr eso es necesario empezar por hacernos tres preguntas. Primero, ¿por qué me hijo ha actuado así? Segundo, ¿qué lección quiero dar en este momento? Y tercero, ¿Cuál es el mejor modo de enseñar esta lección?
Con estos tres planteos podrás abandonar más rápido el “piloto automático” que tomas cuando tu hijo se enoja o te falta el respeto.
Este enfoque surte efecto también con niños mayores a cuatro años. Puedes probar aplicarlo cuando tu niña de 9 años se resiste a hacer la tarea escolar.
Como niños diferentes requieren respuestas diferentes a las preguntas por qué-qué-cómo, no estamos diciendo que cualquiera de estas respuestas específicas vaya a ser necesariamente aplicable a tus hijos en un momento dado.
La clave radica en plantearse la disciplina de una forma nueva, en repensarla.